Otra mirada: Una mirada “micrológica” que nos conmina en primer lugar a detenernos. La austeridad y el despojo de las imágenes aisladas, reclaman imperativamente nuestra atención. En medio de la aceleración en que nos movemos un brazo invisible nos atrapa y nos obliga a mirar. A relacionarnos con las cosas de todos los días para recordarnos a los caminantes apresurados, (¡cómo si no lo supiéramos!) que el tiempo pasa. Y es que en realidad nuestra manera vulgar de percibir el paso del tiempo es como un agujero negro que se traga los innumerables matices de la vida que ésta muestra se propone recordarnos.

Objetos que han sido apartados por  la mirada de la artista y proyectados sobre escenarios despojados,  nos asaltan por la luminosidad llamativa de los colores que los separan de la cálida palidez del fondo.  Zapatos, corbatas, lápices, una máscara, bolsas,  que como ese retazo en el alambre de púas o  aquel triciclo abandonado, encarnan la huella de la vida humana que han sabido albergar.

Lo cotidiano se llena de poesía. Poesía y nostalgia por la vida ausente. Juguetes que nadie volverá a usar, cartas sin destinatario. Poesía, nostalgia y esperanza: la luz invita a cruzar el territorio que oculta una nueva presencia.

 El desierto ha sido desde siempre un lugar de revelación. Claudia García Moritán mediante su tratamiento del espacio nos enfrenta a un desierto poblado de pequeñas y grandes epifanías.  Pequeñas en su familiaridad, grandes en su invitación a imaginar las historias de las que han sido protagonistas y cuyos rastros reflejan como marcas de lo infinito e inefable en la finitud de la cotidianeidad. Una mirada serena que rescata lo que una mirada apurada condena al olvido.

Marisa Mosto 2006

"Micrológica": Es una expresión del filósofo alemán de arte, Walter Benjamín. Y se refiere a la descripción de un "detalle",  que abre a la reflexión de un universo conceptual inmenso. Los detalles encarnan el todo o son reflejo de la totalidad del contexto en el que se hallan.